LA PERLA DE TAHITI: UNA GEMA DE LEYENDA.

La perla de Tahití: un objeto de leyenda

Las lagunas azules de los archipiélagos de la Polinesia Francesa albergan desde hace milenios una maravilla animal conocida por los polinesios con el nombre de «Parau», que significa literalmente «hojas de piedra», madre de una de las gemas más valiosas y escasas: la legendaria perla negra, fruto del mar y privilegio de soberanos.

Desde hace un poco mas de cuarenta años, la perla de Tahití ya no es un mito, sino un milagro diario. Los archipiélagos de la Polinesia francesa viven al ritmo de la recolección de perlas. La perla de cultivo de Tahití es una gema mineral de origen animal reconocida en el mercado mundial por la Confederación Internacional de Bisutería, Joyería y Orfebrería (CIBJO) quien le ha otorgado sus cartas de nobleza así como por el “Gemological Institute of America”, quien ha certificado sus colores naturales así como la diversidad de sus matices.

La perla de Tahití es un símbolo de elegancia, de refinamiento atemporal, de exotismo, sensualidad y seguridad que seduce a famosos y a iconos de la moda por su connotación mística y su toque chic contemporáneo. Algunos estilistas tales como Jean-Paul Gauthier, Karl Lagerfeld, Alexander McQueen y muchos más la han adoptado e integrado en sus colecciones. Kate Moss, Jerry Hall, Sharon Stone, Liz Taylor, Joan Collins, y todas las “estrellas” las llevan.

¿Sabían que la perla negra posee un poder de atracción atemporal, vinculado desde siempre al deseo, a la juventud y a una harmonía tanto espiritual como sexual? Este poder de atracción es indiferente a los efectos de la moda y a las nociones de pasado, presente y futuro.

Su poder proviene del mar. – Es puro, siempre renovado y eterno -. Su serena belleza es tranquilizadora. Su magnetismo subraya sus cualidades lunares: una densidad de colores asociada a una luminosidad interior muy profunda.
La perla de Tahití presenta un espectro cromático muy cautivador, con tonos que van desde un gris muy oscuro, cercano al negro, hasta un rosa luminiscente, tintado con exquisitos matices de “ala de mosca”, de “púrpura berenjena” o de azul marino.
Ésta responde más que nunca al deseo de una terapia de desintoxicación y de regeneración del espíritu y del cuerpo – como gotas de agua en una piel arrugada por el sol, o como gotas de champagne sobre unas frutas maduras.

¡Comprar perlas de Tahití, es tener carisma! Éstas están hechas para una mujer secreta, agradable y encantadora que sabe esconder sus emociones con elegancia, una mujer sorprendente y rebelde. A las perlas de Tahití les encanta seducir a los hombres con su belleza magnética, tan discreta.

La contemplación de las perlas de Tahití les llevará hasta el fin del mundo, hacia tranquilas lagunas con aguas profundas y misteriosas, hasta una luna de plata en una cálida noche…
 
Coco Chanel consideraba que las perlas tenían el poder de realzar la belleza natural de las mujeres proporcionando a su piel una luz delicada.

La casa CHANEL ha desplegado toda su creatividad, rindiendo homenaje a la infinita delicadeza de la perla, símbolo universal de pureza y feminidad.